Después de un largo viaje es conveniente comprobar el sistema de frenado del vehículo: pastillas de freno, líquido, discos, etc.
Si se ha conducido por caminos de piedra o arena, el chasis, la pieza del vehículo más cercana a la carretera (sin contar los neumáticos), puede haber chocado contra rocas o pequeñas piedras, chinas o gravilla. En el chasis están los tubos y latiguillos de freno, por lo que la inspección debería centrarse en comprobar que el chasis no haya sufrido abrasión durante el viaje.
Así que habría que limpiar los bajos del vehículo a conciencia después de cualquier viaje, además de comprobar el estado de los latiguillos de freno y, si han sufrido algún daño, cambiarlas lo antes posible.
Los frenazos de emergencia o de muchos metros pueden ser inevitables en viajes largos que pueden estar llenos de vicisitudes. Por este motivo se deberá comprobar el desgaste de las pastillas y de los discos de freno tras la finalización del mismo.
Las pastillas deben cambiarse rápidamente si están desgastadas. De no hacerlo, tanto el estado de los discos de frenos como el rendimiento de la frenada pueden verse afectados.
Hay vehículos que vienen equipados con un indicador electrónico que avisa de ese desgaste en la pastilla de freno con el piloto de emergencia en el salpicadero. Si es así hay que sustituirlas rápidamente.
Las pastillas de freno también pueden llevar un indicador de desgaste mecánico, un accesorio que entra en contacto con el disco de freno cuando la pastilla se ha desgastado y causa un chirrido metálico que indica que las pastillas deben sustituirse.
Por último, pueden aparecer grietas en el disco de freno que afecten al ajuste entre la pastilla y el disco. Por lo tanto, el disco debería cambiarse si en su superficie se aprecian grietas profundas.
El depósito del líquido de frenos se encuentra en el compartimento del motor. Habrá que levantar el capó y comprobar el nivel del líquido de frenos que debe estar entre las marcas de mínimo y máximo. El líquido de frenos absorbe agua, por lo que debe sustituirse cada dos años. Sin embargo, son muchos los usuarios de turismos que no siguen esta indicación. Cada vehículo, dependiendo de su marca, requerirá un tipo de líquido de frenos, por lo que, a la hora de elegir dicho elemento, es necesario consultar el manual de mantenimiento del vehículo que se encuentra en el interior del compartimento del motor.