Lluvia, humedad, cambios bruscos de temperatura? estos ingredientes son propicios para que aparezca el vaho en los cristales de tu coche. En Redcar te vamos a dar unos trucos para desempañarlos.
Los días con lluvia y con cambios bruscos de temperatura aumentan las posibilidades de que los cristales del coche se empañen con más facilidad, sobre todo al acceder a él tras un rato estacionado a la intemperie. Es fruto de la diferencia de temperatura entre exterior e interior, de modo que el vapor de agua del ambiente se deposita en él por dentro del parabrisas. Por otro lado, los cristales también se empañan con más facilidad cuantos más ocupantes haya en el vehículo, pues la transpiración y la humedad aumentan dentro del vehículo.
Pues bien, para eliminar ese molesto y peligroso vaho basta activar la resistencia térmica de la luneta posterior ?algunos coches la llevan en el parabrisas y en los retrovisores? y hacer entrar aire exterior, nunca recircular el interior, conectando el aire acondicionado a una temperatura adecuada (18 ó 19ºC) y enfocando el chorro de aire al parabrisas y las ventanillas, con el ventilador en posición intermedia. Baja levemente las ventanillas y jamás frotes con un trapo o con la manga para desempañar. Cuando se nos empaña un cristal repentinamente lo que nos atrae hacer rápidamente es pasar un paño, tela o incluso la mano si no tenemos nada cerca. Esta acción tiene un resultado de tiempo limitado y además remueve el polvo acumulado en el cristal, dejando marcas de suciedad al desempañarse. Hay que evitar limpiarlo manualmente. Una vez limpios todos los cristales, aplica una capa de producto antivaho que te vendrá muy bien para nuevos problemas que se presenten con el frío.
Ten presente que la mejor forma de evitar o reducir que se empañen los cristales es previendo que puede ocurrir. Si en un día húmedo y lluvioso entran cuatro personas en un coche, por ejemplo, y no se abren las ventanas, hay que tener en cuenta que los cristales se van a empañar rápidamente, por lo que habrá que dirigir el aire caliente hacia éstos incluso antes de que se empañen para calentarlos.