En verano es más frecuente ver coches parados en el arcén de la carretera. Como empresa especialista en recambios de automóvil os aconsejamos para evitar las averías más comunes en vacaciones.
Cuando llega el verano planificamos los viajes que vamos a hacer, cuánto vamos a gastar y los mejores destinos a conocer. Sin embargo, olvidamos lo importante que es revisar nuestro automóvil que, de estropearse, acabará con nuestras merecidas vacaciones. Las averías más comunes que suele registrar un coche provienen del sistema eléctrico, motor, aire acondicionado y neumáticos. Y es que las altas temperaturas afectan a nuestro vehículo tanto o más que a nosotros.
Durante el año, son muchos los factores que dañan el estado del coche pero en verano, esos factores pueden verse acentuados. El salitre o las irregularidades del terreno cuando vamos a la playa son agentes externos perjudiciales para nuestro vehículo, al igual que los atascos que pueden cogernos por los cambios de quincena. Es por ello que debemos tener un buen mantenimiento del automóvil, es la mejor forma de prevenir cualquier tipo de avería.
Uno de los grandes protagonistas del verano en nuestros coches es el aire acondicionado. Él es el responsable del 35 por ciento de las averías que se producen en verano, ya que solemos abusar de él y esto provoca fallos en la batería. El mal uso del sistema de aire acondicionado afecta directamente al sistema eléctrico, además, puede provocar el desgaste de los conductos o el mal estado del filtro. Para evitar este tipo de averías es importante revisar el sistema eléctrico del coche, y comprobar la carga de la batería.
El motor también es otro factor a tener en cuenta antes de irnos de viaje. El calor influye directamente en el refrigerante del motor, el cual se ve más forzado al someterse a altas temperaturas. Es necesario comprobar que haya la cantidad justa de refrigerante y que el filtro esté libre de óxido o de cualquier impureza. También es aconsejable revisar el nivel de aceite puesto que, si está por debajo de lo aconsejado, puede gripar al motor.
Lo que más prolífera en verano son los reventones de neumáticos, puesto que éstos se desgastan un 15 por ciento más que en el resto del año. Y es que hay asfaltos muy duros para nuestras ruedas. En Sevilla, por ejemplo, las temperaturas en verano pueden superar los 40 grados centígrados, por lo que es muy importante mantener en buen estado nuestros neumáticos. Para evitar reventones, hay que comprobar el dibujo de las ruedas y que la presión de éstas sean las recomendadas por el propio fabricante. De no ser así, el riesgo de reventón alcanza un 60 por ciento. Además, un mal estado de los neumáticos aumenta el consumo de carburante un siete por ciento.