Los coches autónomos darán al parabrisas una nueva función como pantalla para ver contenidos.
Sin desmerecer la importancia actual del parabrisas, clave para interactuar con el entorno, hasta ahora este elemento tenía una función meramente práctica: ver la carretera. Pero los cambios acelerados de la industria del automóvil pueden dar un papel muy diferente a esta parte del coche en el futuro, enriqueciendo sus funciones y, como consecuencia, haciendo más compleja su reparación.
A medida que los coches autónomos vayan desarrollándose, el conductor no tendrá la necesidad de estar atento a la carretera y podrá centrar su atención en otras cosas. Y la gran superficie acristalada del parabrisas tiene muchos puntos para convertirse en un nuevo espacio en el que visualizar contenidos... y publicidad.
No olvidemos que el conductor medio pasa 1,5 horas al día dentro del automóvil. Algo que da al parabrisas la posibilidad de convertirse en la "quinta pantalla" a través de la que recibimos información, junto al televisor, el ordenador, la tablet y el smartphone.
"El modelo de negocio de la industria del automóvil va a cambiar por completo y el parabrisas va a convertirse en la parte más importante de un coche", asegura Christoph Keese, vicepresidente de Axel Springer. Ciertamente, las posibilidades de negocio son amplias, tanto en la oferta de contenidos, ofreciendo horas de visualización, como en la de publicidad.
Naturalmente, esta innovadora función del parabrisas exigirá lunas muy distintas a las actuales. Todavía hay mucho trabajo por delante para diseñar los parabrisas-pantalla que mejor se adapten a esta nueva funcionalidad con la tecnología disponible.
Desde REDCAR consideramos que el parabrisas-pantalla ideal deberá tener una opacidad variable. Esto le permitiría ser completamente traslúcido cuando los ocupantes quieran ver el paisaje, completamente opaco cuando se quiera visionar una película, y con diferentes grados de transparencia para poder lanzar pantallas de información, o elementos de realidad aumentada que se relacionen con el entorno visto a través del parabrisas.
Esta información se podrá integrar con la localización del vehículo y sistemas como el de navegación. Serán, en resumen, unos parabrisas muy distintos que exigirán un mayor conocimiento de los procesos de opacidad y la interacción con otros elementos de la electrónica del vehículo