Con la llegada del mes de septiembre un gran número de personas pondrán punto y final a las vacaciones de verano. Un periodo estival en el que los vehículos acumulan un kilometraje extraordinario consecuencia de los diversos viajes realizados
Con la llegada del mes de septiembre un gran número de personas pondrán punto y final a las vacaciones de verano. Un periodo estival en el que los vehículos acumulan un kilometraje extraordinario consecuencia de los diversos viajes realizados, por lo que es necesario llevar a cabo un mantenimiento básico del coche que, de no ejecutarlo de manera correcta, puede desembocar en una gran avería y su consecuente desembolso económico.
La correa de distribución. Es una de las piezas vitales para el funcionamiento del vehículo y, si no se presta una minuciosa atención en su mantenimiento, es la más cara de reparar si se rompe. Según el coche, su uso y el ambiente en el que se mueve, se aconseja cambiar la correa de distribución al alcanzar entre los 80.000 y 120.000 km o cada cinco años. Según los datos de Autingo, renovarla por una nueva es una reparación menor y su coste es de unos 380 euros. Pero el problema surge cuando el conductor no hace caso a las recomendaciones del fabricante y esta llega a romperse. La rotura puede dañar gravemente al motor y a la mayoría de sus componentes, dejándolo en ocasiones inservible. El coste de su reparación puede variar desde los 1.500 euros hasta los 4.000 euros, dependiendo de las piezas afectadas, o en el peor de los casos lo mejor es acabar comprando un coche nuevo.
Repostar gasolina en un coche diésel. Puede parecer una tontería e incluso impensable que esto pueda llegar a pasar. Pero a veces, ya sea porque vamos con prisas o pensando en otras cosas, resulta muy sencillo equivocarse de manguera o surtidor y repostar el combustible erróneo. Un descuido como éste puede ser fatal para el vehículo. Si nos damos cuenta a tiempo y aún no nos hemos puesto en marcha, basta con llamar a la grúa del seguro para que un mecánico extraiga el combustible y listo. Pero si ya hemos arrancado el vehículo e iniciado el rumbo, pronto notaremos su mal funcionamiento y hemos de prepararnos para reparaciones costosas. El coste de reparar este despiste varía desde los 200 euros por un simple vaciado y limpieza, hasta los 2.500 por un cambio de camisas, pistones, bielas y un largo etcétera.
Agua en el depósito del combustible. Éste es un problema que no ocurre muy a menudo, pero requiere fijar especial atención en ello para resolverlo de manera inmediata. Su origen puede ser por no haber cerrado bien la tapa superior de combustible o que entrara agua durante el último repostaje. Las consecuencias pueden ser fatales provocando la oxidación del depósito, daños en el filtro e inyectores de combustible o incluso arruinar el pivote del inyector. La reparación de este descuido puede suponer entre los 200 por el vaciado y limpieza hasta los 3.000 euros por reparar la rotura de bomba inyectora, los inyectores, la rotura de culata, etc.
Exceso de aceite en el motor. Muchos llevan a rajatabla ese típico dicho de "cuánto más, mejor", pero en el caso del aceite del coche esto es contraproducente. El exceso de aceite en el motor puede llevar a que éste salpique a los cilindros y por consecuencia se queme más aceite de lo normal, pudiendo alcanzar la cámara de combustión. También, un excedente de aceite ocasiona que éste se airee demasiado, convirtiéndose en una especie de espuma que hará que el motor no se engrase lo suficiente, llevando a un sobrecalentamiento del mismo y bloqueos. Si se detecta a tiempo basta con vaciar el exceso de aceite cuyo coste es de unos 40 euros, pero si ya ha afectado a piezas claves para el funcionamiento del vehículo la reparación puede llegar incluso a los 1.500 euros.
Sin aceite en el motor. Tan malo es el exceso como quedarse sin aceite en el motor. Gracias al uso del aceite lubricante, las piezas móviles del motor pueden soportar grandes esfuerzos sin sufrir fundiciones, roturas o fisuras por culpa del rozamiento o las elevadas presiones. Controlar asiduamente los niveles de aceite previene de graves daños y el coste medio de un cambio de aceite es de unos 75 euros, dependiendo del modelo del coche. Pero cuando el motor se queda sin aceite y no nos hemos molestado en revisarlo, todas esas piezas que son vitales para su funcionamiento pierden su lubricación, lo que ocasiona los rozamientos y la subida de temperaturas que acaban con la rotura y gripado del motor. En este caso, la reparación es muy costosa, que en ocasiones lleva a la sustitución del motor. Dependiendo de las piezas afectadas el coste puede superar los 3.500 euros.
Quedarse sin líquido refrigerante. Este elemento es vital si queremos que el motor de nuestro coche siga con vida. El líquido refrigerante, como bien indica su nombre, sirve para refrigerar el motor y que éste no se sobrecaliente, evita la corrosión, lo protege de las bajas temperaturas exteriores si es anticongelante, y también previene las formaciones calcáreas. Lo mejor es revisar con asiduidad los niveles del líquido refrigerante y si es necesario, rellenarlo tiene un coste medio de 70 euros, según el vehículo. En cambio, si no prestamos atención a que el depósito nunca se quede sin este líquido puede suceder todo lo contrario a lo anteriormente descrito y tendremos que decir adiós a nuestro motor, éste se caliente y puede ocasionar la rotura de la culata. En esta ocasión, la reparación dolerá mucho al bolsillo pues su coste podría alcanzar los 3.000 euros.